domingo, 13 de octubre de 2013





 


Estimada profesora y compañeros

Por encargo de Grace Alexandrino, compañera del curso, subo su participación al blog debido a que ella no ha podido acceder al blog por un problema con la invitación.
 
¿Cómo aprende el adulto y cómo enseñarle?

He podido aproximarme a la educación de adultos enseñando inglés de manera personalizada (1 alumno por hora dictada) desde el año 2009 hasta la fecha, aunque el último año ha sido una actividad menos recurrente. La gran mayoría de alumnos a los que tengo el gusto de enseñar, son personas interesadas en este idioma debido a motivaciones directamente relacionadas a su actividad laboral: exigencias del nuevo puesto en el que se desempeñan, interés en postular  a un nuevo puesto, postular a una maestría, diplomado o cursos de actualización, entre otros casos.

Antes de enfrentarme a este nuevo grupo de alumnos, mi experiencia se basaba en enseñar a niños y adolescentes o adultos jóvenes. Luego de unos meses enseñando y adaptando mis estrategias docentes a sus requerimientos, concluí que, sin ánimos de generalizar, son un grupo con el que uno puede identificarse rápidamente dada la cercanía de la edad del profesor y el alumno; debido a sus anhelos de crecimiento profesional y a su interés por entender y aprovechar al máximo las horas de clase, ya que son ellos quienes se ven directamente beneficiados o perjudicados según los resultados de sus estudios (en algunos casos la empresa en la que trabaja el alumno es quien se encarga de pagar la totalidad o parte del curso pero este beneficio se encuentra condicionado a las notas que los alumnos obtengan). 

Esta identificación con los alumnos, me permitió reflexionar sobre cómo me gustaría que mi profesor/a se desempeñe al presentarme conocimientos, por lo general, totalmente nuevo para mí. Las características que me parecieron y parecen necesarias como parte de mi desempeño como docente de adultos son: la paciencia, buen ánimo para explicar los nuevos conocimientos las veces que sean necesarias, la habilidad de plantear ejemplos relacionados con la vida diaria y profesional del alumno para lo que debo conocer el mínimo de datos sobre su vida persona y profesional, y recordar al alumno porque este estudiando este curso sobre todo cuando se sienta poco exitoso en su desempeño, y reforzar su seguridad en los temas que maneja correctamente.

Vivimos en un mundo cada vez más exigente en cuanto a la preparación de profesionales capacitados, hoy en día no basta con ser licenciado, debemos continuar nuestra educación en diversos diplomado, capacitaciones, maestrías, doctorados, etc. La educación a lo largo de la vida es, más que nunca antes, una realidad que no debe ser interrumpida con el paso del tiempo. “En un mundo tan exigente, donde el conocimiento y la información adquieren un valor creciente, es indiscutible la necesidad de realizar actividades de aprendizajes en todas las etapas del ciclo vital al objeto de facilitar a la persona la formación adecuada para adaptarse, para conseguir su promoción personal, social y profesional y para participar en la mejora de su entorno” (Sarrate, 2009)

Como señala Sarrate, la adultez tiene unos rasgos propios alejados de las etapas evolutivas anteriores; y, es debido a esto, que esta tipo de educación se encuentra marcada por determinados elementos diferenciales que inciden directamente en la configuración de su especificidad. Enumera también los principales rasgos que distinguen a los adultos: capacidad de autodirección, alto nivel de responsabilidad en base a una ética propia, desempeño conjunto y simultáneo de distintos roles y agente activo con una proyección-incidencia social elevada.

Cuando me enfrenté a la docencia de adultos me cuestioné si sería más difícil que enseñarle a niños y jóvenes, y caí en el prejuicio, creo yo, generalizado: pensar que los adultos tienen mayores limitaciones que los jóvenes o niños para aprender. La experiencia me mostró que la mayoría de mis alumnos lograban muy buenos resultados cuando dedicaban tiempo al estudio y a la práctica de las clases en sus horas libres. “La psicología del desarrollo sostiene que  la plasticidad humana es inmensa, a pesar de que se reconozca finita y de que determinados cambios se alcancen con esfuerzo” (Sarrate, 2009). “…la persona adulta posee capacidad para llevar a cabo procesos de aprendizaje, si bien éstos, como en otras fases de la vida, se verán sujetos a las características y potencialidades de cada individuo y a la existencia de un ambiente que lo favorezca”(Sarrate, 2009).

Un punto que no consideré cuando empecé a enseñar a adultos fueron las ventajas que este grupo humano presenta. Sarrate señala que la habilidad de pensar y actuar reflexivamente aumenta con el avance de los años, además, agrega que actualmente se defiende que la edad adulta es un período intelectualmente activo en el que acontecen importantes cambios.

La adultez va de la mano con la adquisición de experiencias diversas. Si logramos que el adulto relacione sus experiencias previas con el conocimiento nuevo adquirido podemos fijar ese nuevo conocimiento en la memoria a largo plazo del adulto. “Depende de la calidad y cantidad de experiencias si el almacenamiento es solo temporal o a largo plazo. Cuanta mayor información sea almacenada a largo plazo, es decir actualizada y resignificada en varias ocasiones, mayores son las oportunidades de aprendizajes complejos” (Del Valle, 2012). Sin embargo, debemos tener cuidado ya que estas experiencias pueden generar rigidez intelectual al enfrentar problemas, reproduciendo esquemas y costumbres generadas por malas experiencias previas, como explica Sarrate.

La correcta manera de enseñar a los adultos está ligada a siempre mantener la motivación que originó el interés por aprender, valorar la experiencia de los alumnos y utilizarla en favor de la adquisición de nuevos conocimientos, incentivar el enfoque funcional de lo aprendido, es decir, considerar la metodología del aprendizaje basado en la resolución de problemas tipo; e involucrar a los alumnos en la organización de su aprendizaje basándonos en la madurez alcanzada.

Los adultos, grupo cronológico al que pertenecemos, se ven en la necesidad de continuar con su educación en todos los aspectos posibles; no sólo se deberán concentrar en formarse a nivel profesional sino también en investigar sobre todo aquello que les interese y les permita conseguir realizarse globalmente. Conocerse para lograr entender los cambios normales que van de la mano con el paso del tiempo los ayudará a llevar una adultez exitosa. Educar su mente, entender los procesos físicos y emocionales por los que pasan y pasarán les permitirá llegar al estadio de la sabiduría donde ellos podrán asumir su adultez correctamente e irradiar conocimientos para el aprovechamiento de aquellos que los rodean. 

A continuación les dejo un video donde verán diversos adultos en pleno proceso educativo y sus pensamientos sobre cómo aprenden, sus motivaciones para hacerlo y algunas reflexiones sobre los cambios que se pueden lograr a partir de la educación.




Bibliografía

DEL VALLE, ROXANA              Aprendizaje adulto. Diplomatura de Especialización. En Docencia para la Formación y la Capacitación. Lima: Facultad de Educación PUCP, 2009. En: PLAN ESPECIAL DE LICENCIATURA EN EDUCACIÓN (2013). Texto base del curso Didáctica para Procesos Educativos No Escolares. Material de enseñanza. Lima: Pontificia Universidad Católica del Perú, Facultad de Educación.


IZQUIERDO, Ángel                 Psicología del desarrollo de la edad adulta. Revista Complutense de Educación. Vol. 16, Núm. 2, 601-619, 2012. En: PLAN ESPECIAL DE LICENCIATURA EN EDUCACIÓN (2013). Texto base del curso Didáctica para Procesos Educativos No Escolares. Material de enseñanza. Lima: Pontificia Universidad Católica del Perú, Facultad de Educación.

SARRATE, Maria Luisa           "Rasgos singulares del aprendizaje adulto". En Educación de personas adultas en las fuerzas armadas. Catálogo general de publicaciones oficiales. España: Ministerio de Defensa, pp.27-40, 2009. En: PLAN ESPECIAL DE LICENCIATURA EN EDUCACIÓN (2013). Texto base del curso Didáctica para  Procesos Educativos No Escolares. Material de enseñanza. Lima: Pontificia Universidad Católica del Perú, Facultad de Educación.

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