sábado, 12 de octubre de 2013

He trabajado casi 15 años enseñando a adultos en procesos no escolares, y es un trabajo complejo  demanda un análisis y reflexión previa de las circunstancias que rodean a las personas a las que vas a enseñar. En mi caso he tenido dos diferentes públicos, el primero era profesionales técnicos en ciencias de la salud y el segundo madres con negocios de subsistencias en las zonas marginales de Lima.
Reconocer al adulto como una persona con mucha experiencia, que ha logrado a través de la experimentación constante motivada por una necesidad y que necesita ser apoyado para mejorar sus habilidades y entendimiento sobre lo que hace de manera que logre mejores resultados es la estrategia con la ingresamos a trabajar con las personas adultas. Según Sarrate Capdevila, María Luisa: ¨la experiencia constituye un principio y fuente natural del conocimiento decisivo en el proceso de aprendizaje¨.
Partiendo de esta premisa reflexionamos los capacitadores sobre aquellas necesidades reales que tenemos que tomar en cuenta a la hora de plantearnos en que capacitarlos, cual es nuestro eje temático y cuáles son las mejores formas pedagógicas para enganchar a las personas en una propuesta educativa. Yo empiezo por reconocer que el adulto tiene muchas prioridades en su vida, por lo tanto tomar en cuenta sus verdaderas necesidades es un paso importante para desarrollar una intervención educativa así como el entorno en el cual ha desarrollado su vida. Pero tenemos que tomar en cuenta que muchos de estos adultos de edad cronológica, no han terminado sus procesos de madures debido a muchos factores que han influido de manera drástica en su vida y que no le han permitido completar su autonomía: la violencia, la pobreza, la inestabilidad emocional, etc. Todas estas condiciones plantean trabajar con personas inacabadas que deben empezar por mejorar la imagen que tienen de ellos mismos para luego reconocer el papel importante que tienen como miembros de su comunidad.
 Todas las personas adultas pueden aprender con la misma capacidad y habilidad que cualquier niño. Pero la diferencia es que los adultos tienen una realidad diferente, para poder lograr un proceso educativo debemos tomar en cuenta que tan importante es lo que queremos trabajar, para ellos. Partimos que todos tenemos conocimientos previos pero en caso de los adultos ellos tienen intereses que se mueven en base a su realidad, entonces a la hora de trabajar con adultos debemos establecer que es lo que realmente es importante para trabajar con ellos. El adulto entonces es una pieza clave de su aprendizaje, y el aprendizaje en ellos es como dice A. Zavala: ¨Es una construcción personal que realiza el alumno gracias a la ayuda que recibe de otras personas. Esa construcción a través de la cual puede atribuir significado a un determinado objeto de enseñanza, implica la aportación de la persona que aprende, de su interés y disponibilidad, de sus conocimientos previos y de su experiencia¨.
Entonces es importante el activar la mayor cantidad de experiencias previas que se tengan de un tema, por ejemplo cuando trabajo gestión de negocios, uno de los grandes problemas que tienen las mujeres con pequeños negocios es que no llevan un orden en las cuentas de su negocio, por lo tanto tienen una idea de cuánto han ganado pero no saben exactamente cuánto es la ganancia que obtienen por cada sol que invierten, esto genera que a la larga el negocio quiebre debido a que no tienen una idea ordenada y clara de cuanto es el dinero que corresponde a su capital de trabajo y cuanto es la ganancia que obtienen. Este caso es muy común entre las negociantes, por eso se aplica la capacitación en torno a la experiencia y lo importante que es organizar las cuentas para obtener mejores resultados. Luego de eso se pasa a trabajar de manera colaborativa en grupo para propiciar que entre ellas pueda generarse debate e intercambio de experiencias, esto lo consideramos muy importante, porque una cosa es que lo escuchen de un capacitador que es externo y otro que escuchen las experiencias de éxito de parte de una de sus amigas, esto a la vez genera en las participantes el deseo de ser como su compañera ya que la impulsa el hecho de provenir de un mismo contexto.
Para enseñarle al adulto debemos de partir de encontrar en sus recuerdos la importancia que tiene el tema que vamos a tratar, la inclusión de dinámicas reflexivas y participativas que generen en ellos la activación de conocimientos o socio dramas que los acerquen a temas cotidianos que suelen enfrentar y como podrían aportar su solución, para luego aplicar los conocimientos adquiridos en sus propios problemas reales. El conocimiento  se transforma en un aprendizaje significativo a través del trabajo colaborativo que parte de la vivencia, el intercambio de información, la investigación,  el cuestionamiento, el debate, el análisis y reflexión en torno a los saberes previos de los/las educandos/as y el docente.

El grupo Alforja, en su libro Técnicas participativas para la educación popular menciona que la realización de técnicas participativas o dinámicas de grupo implica:
a)      Partir siempre de la práctica, o sea de lo que la gente sabe, vive, siente; las diferentes situaciones y problemas que enfrentan en su vida, y que en un programa educativo se plantean como temas a desarrollar.
b)      Desarrollar un proceso de teorización sobre esa práctica, o como un salto a lo “teórico”, sino como un proceso sistemático, ordenado, progresivo y al ritmo de los participantes, que permita ir descubriendo los elementos teóricos e ir profundizando de acuerdo al nivel de avance del grupo.
El proceso de teorización así planteado, permite ir ubicando lo cotidiano, lo inmediato, lo individual y parcial, dentro de lo social, lo colectivo, lo histórico, lo estructural.
c)       Este proceso de teorización debe permitir siempre regresar a la práctica para transformarla, mejorarla y resolverla; es decir, regresar con nuevos elementos que permitan que el conocimiento inicial, la situación, el sentir del cual partimos, ahora nos lo podemos explicar y entender, integral y científicamente. (ALFORJA 2005: 10),


Como se puede apreciar, las técnicas participativas o dinámicas de grupos son un conjunto de instrumentos, herramientas pedagógicas, que se utilizan en los procesos educativos para generar aprendizajes que partan de lo que las personas saben, viven y sienten.
La aplicación de un modelo de aprendizaje colaborativo y el uso de las técnicas participativas, permiten a los adultos, a partir del trabajo en investigación en equipo y el intercambio de información, generar aprendizajes significativos,  así como desarrollar habilidades personales y sociales.

Con este trabajamos propiciamos el empoderamiento y mejoramos la autoestima de las mujeres que trabajan con nosotros.

Bibliografía

1. DEL VALLE, Roxana (2012) Aprendizaje adulto. Diplomatura de Especialización en docencia para la formación y la capacitación. Lima: Facultad de Educación PUCP.
2. Programa Regional Coordinado de Educación Popular (IMDEC, CCS, CEASPA, CENCOPH, CEPA, CEP)
3. 

8 comentarios:

  1. Es muy valioso lo que Pedro nos relata sobre su experiencia, ya que nos permite profundizar en el tema de cuán importante es conocer a nuestro público objetivo, conocer no solo a las personas si no su entorno y su contexto, pienso que parte del éxito que podamos tener como bien lo dice Pedro radica en conocer esto. Junto con esto el trabajo colaborativo que menciona es vital para lograr ese intercambio. Dejo una frase del texto del Roxana del Valle que me parece engloba lo descrito.
    “En ese sentido, nuestros objetivos deben adecuarse al adulto potencial que llega con conocimientos, intereses y expectativas. Cada aprendiz constituirá nuevos aprendizajes en base a sus experiencias y esquemas previos. Recogerlos compartirlos es una necesidad que redundará en beneficio de todos los participantes en el proceso de construcción colaborativa”

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  2. Lo que comenta pedro es muy valioso como experiencia directa de aprendizaje de adultos en procesos educativos no escolares, su experiencia le ha hecho comprobar varias de las premisas que hemos visto a lo largo de los textos. Sin embargo, me llamó mucho la atención la parte que señala que "los adultos no han terminado sus procesos de madurez debido a muchos factores que han influido de manera drástica en su vida y que no le han permitido completar su autonomía: la violencia, la pobreza, la inestabilidad emocional, etc." ya que no estoy de acuerdo con la idea de un "proceso de madurez" incompleto debido a los factores que menciona, por la idea misma de ver a la persona como un ser en constante aprendizaje, en ese sentido inacabado, donde varias teorías sobre el aprendizaje o formación continua recaen, todos somos seres inacabados, yendo o no a la universidad u a otra institución educativa, en ese sentido, sí creo que tengan la autonomía, pero no desde el punto de vista que para otra parte de la población sea autónoma. Aquí me arriesgo un poco al decir esto ya que no he hecho el trabajo de campo en ese mismo lugar, pero como dice el texto de Sarrate Capdevilla: "Desde la perspectiva de la persona como ¨ser inacabado¨ y en continuo hacerse, subyace la ideal del sujeto como un proyecto que avanza hacia su autonomía y autorrealización. Este presupuesto defendido por las investigaciones filosóficas, biológicas y psicológicas constituye uno de los fundamentos esenciales que justifican la necesidad de seguir procesos formativos de forma continua". En este sentido, no hay pues un techo de autonomía ni autorrealización.

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    1. Concuerdo contigo Jorge, sobre aplicar técnicas participativas ó dinámicas de grupo para el proceso de enseñanza y aprendizaje en el adulto. Ya que en la construcción del aprendizaje del adulto se realiza gracias a la ayuda de los otros compañeros. Esa construcción, a través de la cual puede atribuir significados a un determinado objeto de enseñanza, implicando la aportación de la persona que aprende, de su interés y disponibilidad, de sus conocimientos previos y de su experiencia. (Zabala: 2004). Por ejemplo en la institución donde laboro, nos exigen la aplicación de un modelo de enseñanza y aprendizaje colaborativa ya que fomenta a la investigación, trabajo en equipo y el intercambio de información, que generarán nuevas opciones de aprendizajes significativos, así como desarrollar habilidades personales y sociales.

      Por tal motivo creo muy importante lo que menciona mi compañero porque el aprendizaje del adulto en la actualidad debe suponer ser una experiencia personal y colectiva porque hace referencia al intercambio con el medio donde nos desenvolvemos. En cada nueva experiencia nuestra presencia y actuación se encontrará influenciada por nuestras experiencias pasadas como nuestra motivación personal; determinando así, la calidad de nuestra construcción de conocimientos mediante el aprendizaje experimentado con uno mismo y con el resto. (Valle: 2012).

      VALLE, Roxana (2012) Aprendizaje del adulto. Diplomatura de Especialización en Docencia para la Formación y la Capacitación. Lima: Facultad de Educación PUCP.


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  4. la experiencia de Pedro me parece muy importante y me ha hacho reflexionar sobre aparte de tener factores que consideramos desde nuestra visión y educación importantes para desarrollar en un proceso de educación o formación adulta, debemos como educadores ser conscientes del papel que nos toca jugar como viabilizadores de este aprendizaje, así como también tener y desarrollar la capacidad de análisis y discernimiento sobre la pertinencia de los contenidos y estrategias a implementar en una determinada situación por ello a los factores a considerar se dentro de lo mencionado anteriormente como motivación, innovación, participación colaborativa, podríamos añadir reflexión sobre la necesidad de pertinencia del proceso que vamos a emprender, evaluación sobre las características vinculantes del proceso que vamos a emprender y finalmente compromiso y humildad para no ubicarnos en ningún momento como paradigma de la educación y la formación en un determinado proceso e introducir en impositiva nuestras nociones y formas de comprender conceptos que para un grupo cultural diferente al nuestro pueden parecer extraños o innecesarios.

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  5. Para lograr un trabajo con adultos hay que tener una sensibilidad distinta a la que se trabaja con niños y/o adolescentes que se encuentran en formación. Los adultos, a diferencia de los más jóvenes suelen tener el deseo por aprender además de hacerlo por una cuestión personal, por una reflexión de gusto, de entender que es necesario más por una obligación. Además, el contexto del cual provienen suele ser, por lo general, más diverso, y con otro tipo de dificultades. El trabajo con adultos, siempre llevará a una reflexión por parte del docente o facilitador.

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  6. Las ideas expuestas por Jorge me parecen sumamente interesantes e importantes, para reflexionar sobre la importancia - como bien lo mencionan Paula y Jorge- de reconocer e identificar las necesidades y el contexto en el que se sitúan nuestros educandos y el desarrollo de nuestra práctica educativa. Sin embargo, a ello quisiera agregar que también es importante recoger los intereses que tienen nuestra población destinataria, respetando sus propios ritmos y tiempos (que no son, ni tienen porque serlo,los mismos que un niño o adolescente). Ya que, por ejemplo, no serán los mismos intereses, necesidades, ritmos y tiempos los que tengan, por ejemplo personas que se encuentran estudiando una carrera profesional que aquellos que son profesionales y se encuentran capacitándose en algún tema o contenido específico o aquellas que son beneficiarias de un proyecto o programa social, por ejemplo.

    Asimismo, siguiendo la línea de las reflexiones realizadas por Evelyn entorno a lo mencionado por Jorge sobre los procesos de madurez de los adultos con los que trabaja, creo que también es importante que como profesionales reflexionemos también sobre la importancia que tiene en el docente el desarrollar un rol de acompañamiento en el proceso educativo del adulto (el cual no puede ni debe restringirse únicamente a la capacitación y adquisición de conocimientos y/o habilidades). Como docentes, creo yo, que también debemos de ejercer muchas veces un rol de tutores, que acompañan y ayudan en el proceso de madurez emocional ayudando a resolver conflictos, orientando en la realización proyectos personales, entre otros.

    Lo mencionado por Jorge me hace reflexionar sobre la importancia de ayudar a nuestros estudiantes, sin importar el contexto o nivel educativo en el que se encuentran (yo por ejemplo enseño en educación superior y suelo encontrar, a través de la observación y las entrevistas informales con mis estudiantes muchos casos similares a los que relata Jorge, en relación a la baja autoestima y la violencia, entre otros), en temas como autoestima, autoconcepto, gestión de emociones, historia de vida, entre otros. Es importante recordar que estos temas o problemas también influyen, de forma directa en el aprendizaje de nuestros educandos.

    Finalmente, quisiera recoger también de lo expresado por Jorge, la importancia del involucramiento de las personas en sus propios aprendizajes, partiendo del recojo de experiencias y saberes previos, el intercambio de ideas, el trabajo colaborativo y, sobretodo trabajando sobre la propia cotidianidad de las personas. Este último es un tema que también ha tratado nuestra compañera Melissa en uno de sus comentarios y que encuentro muy válido e importante a tomar en cuenta como parte de nuestras propias estrategias de enseñanza y aprendizaje.

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  7. Evelyn las mujeres con las que trabajo, presentan una condición emocional muy diferente a lo que puedes encontrar en otro contexto, la experiencia de la vida les enseña a priorizar y ver la vida desde otra manera, una manera en la que prima la subsistencia del día a día y no solo de comida, si no de poder enfrentar la violencia que las rodea. Es por esto que mi reflexión va desde el conocimiento de esta realidad que nos debe llevar a plantear estrategias que tomen en cuenta esta parte de la persona, como persona la cual se debe trabajar para poder tener éxito en la estrategia pedagógica que se implemente.

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