miércoles, 9 de octubre de 2013

¿Cómo aprende el adulto y cómo enseñarle?



¿Cómo aprende el adulto y cómo enseñarle?


Es importante señalar lo que significa para nosotros los educadores el aprendizaje, visto como un proceso inherente a la condición humana que va a permitir a toda persona superar con éxito los diferentes problemas y retos que presenta las diferentes etapas de su vida, por ello ha de esta presente a lo largo de los misma, y es durante esta donde se inscribe la educación de personas adultas. En ese sentido, el sistema educativo reconoce a nivel mundial la urgente necesidad de lograr una educación para todos a los largo de toda la vida, como factor esencial para conseguir el desarrollo equitativo y sostenible de las sociedades. María Luisa Sarrate (2009), menciona a la “educación a lo largo de la vida”, que propicia el aprender a aprender y otorga a la persona el principal protagonismo de su formación, implica así mismo, transformaciones que van en función al tiempo (a lo largo de toda la vida), a los objetivos (aprender “a hacer”, “a conocer”, “a vivir juntos” y “a ser lo mejor de sí mismo”) y al espacio educativo (en todo lugar donde se desarrolle la persona); insertando competencias claves necesarias para la realización personal, la inclusión y el empleo.

Ya que la reflexión va dirigida hacia el aprendizaje “adulto”, conviene analizar su etimología, aunque en lo personal pienso que esta dista mucho de lo que pretendemos entender como el “ser adulto” hoy en día. Como se sabe, la palabra adulto nace del latín “adolescere” que significa “crecer”; así también adulto es el participio pasado del verbo en mención que significaría “el que ya ha terminado de crecer”; es este último significado el que la gran mayoría de personas conoce y utiliza. Si hacemos una contraposición con el término raíz “adolescente” este nos enfatizará el sentido de que está en proceso de crecimiento, que aún no ha terminado de desarrollarse. Entonces el sentido etimológico de “adulto” gira entorno a una estabilidad, muy poco dinámica, sin mucho cambio, contrariamente a los que nos dice el término adolescencia que si vemos más allá estaría en función de lo que actualmente se vive en sociedad y en este mundo globalizado. Hoy en día son los adultos y los adolescentes los que viven e interactúan en esa dinámica fluida que tiene la vida, las sociedades modernas, en el que ambos son protagonistas de cambios por el logro de un equilibrio que se construye en movimiento y que diferencia a esa “estabilidad” adulta que tradicionalmente la confundía.

“La edad, por tanto, no solo es cuestión de cronología, sino que está llena de significados, estructuras, obligaciones, relaciones, etc., que marcan el ritmo de vida de cada uno.”[1]

Es por esto que considero que el adulto no debería ser expresado desde su sentido etimológico, ya que nadie termina de crecer, sino que sigue en un constante proceso de maduración y aprendizaje, donde este aprendizaje permanente de los adultos se da a lo largo de toda la vida.
Ahora bien, esto no quiere decir que el adulto y el adolescente aprendan de la misma forma; lo que significa es que ambos tienen la posibilidad y la capacidad para hacerlo, el cómo enseñar tiene que ver con la construcción de conocimientos de cómo recibe y estructura la información el adulto. Muchos autores han caracterizado a la “adultez[2]”, asumiendo periodos de transición, como el mencionado por Roxana del Valle (2012), quien los diferencia en periodos de cinco años: adulto temprano (18 a 23 años), el adulto medio (40 a 45 años) y el adulto mayor (60 a 65 en adelante); donde la persona que aprende es independiente y con capacidad de autodeterminación. Del mismo modo para que este aprendizaje se dé, existen factores intrapersonales como: las estrategias de aprendizaje propias y el trabajo autónomo que vaya a realizar, la propia personalidad del adulto y su motivación; factores del entorno como: el ámbito de aprendizaje, el comportamiento del docente, las interacciones, etc. 

El aprendizaje en el adulto, constituye un aspecto fundamental y continuo de su vida, donde su experiencia, sus rasgos son absorbidos durante el proceso. La información es variada y se procesa, se organiza, se clasifica para luego se generaliza efectivamente (comprensión), esto implica entender para luego utilizar la memoria, podríamos decir que aprende de forma distinta al proceso de los niños, niñas y adolescentes. Es entonces, el proceso de aprendizaje adulto, un proceso de orientación de dicho aprendizaje, donde el adulto es el eje del mismo, siendo orientado, asesorado y con experiencia suficiente para administrar su propio aprendizaje.

Les dejo este video, que si bien no es peruano, siento que es motivador y permite sensibilizarnos con el tema. Es parte de una serie de programas que se han realizado en Argentina, donde se muestran historias de vida de hombres y mujeres que participaron en el Curso de Alfabetización para Adultos. Cada capítulo es una historia personal, que intenta describir la transformación de adultos, que decidieron cumplir un importante objetivo pendiente en sus vidas el aprender a leer y a escribir.




[1] IZQUIERDO, Ángel (2005) Psicología del desarrollo de la edad adulta
[2] Personas que han culminado la educación secundaria, con mayoría de edad

6 comentarios:

  1. Concuerdo contigo Paula en los elementos que señalas sobre el aprendizaje adulto y su importancia. El video que presentas, además de ser conmovedor, describe una realidad presente en muchos países en vías de desarrollo, como el nuestro. Considero que la alfabetización de adultos es un tipo de aprendizaje adulto especial, que si bien comparte características con otros procesos de enseñanza- aprendizaje de adultos, tiene una connotación especial, ya que se trata de aprender habilidades básicas percibidas como la primera puerta al desarrollo personal. Podemos estar de acuerdo o no, pero en mi experiencia, muchos de los adultos analfabetos sienten que tienen una gran desventaja con respecto a sus pares, se sienten avergonzados por su situación y limitados, ya que no logran realizar cosas simples como cuentas, escribir su nombre, leer instrucciones o carteles y ayudar a sus hijos en sus tareas. Como vimos en la primera unidad del curso, el analfabetismo es un gran desafío en nuestra región, existiendo además grandes diferencias entre zonas urbano y rurales y entre hombres y mujeres (Jáuregui, 1997). Si recordamos que la educación debe estar enmarcada en el paradigma del desarrollo humano, y que "el propósito básico del desarrollo humano es ampliar las opciones de las personas" (Ul Haq, 2003, p. 1), considero que asegurar la alfabetización de todos los adultos es un primer paso fundamental.
    Les comparto la página de la Dirección de Alfabetización del Ministerio de Educación, donde se puede encontrar todo lo que se está haciendo en el país al respecto: http://alfa.minedu.gob.pe/alfa/

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  2. Muchas gracias por link, super interesante, aunque aún nos falta mucho al respecto, aveces los medios de comunicación nos deinforman y nos sabemos en realidad cual es nuestra situación actual y pensamos que muchas brechas sociales como el analfabetismo ya han sido superadas o que por lo menos han sido reducidas, sin embargo la realidad es otra....

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  3. Agregando a lo que dicen Paula y Micaela, me parece importante señalar aquí los factores que dan pie a la desmotivación del aprendizaje, para poder tomarlos en cuenta y además porque algunos están bastante presentes en la alfabetización de adultos. Miguel Calvo Verdú señala los siguientes factores:
    1. Miedo al ridículo o al fracaso.
    2. Exceso de trabajo y cansancio.
    3. Experiencia formativa anterior no gratificante.
    4. Pensar que el estudio no aporta nada nuevo.
    5. Incompatibilidad horaria.
    6. No creer en las posibilidades formativas.
    7. Entorno poco estimulante.
    8. Distancia del lugar de formación

    En "Formación abierta y a distancia", MAD Sevilla, España 2006.

    Tomando en cuenta estos elementos, podemos observar que hay muchas personas que no quieren acceder a este proceso justamente bajo la excusa que ya son muy grandes, que para qué les va a servir ahora si no tienen nada más que aprender o porque les parece muy complicado y que ya no es posible aprender a cierta edad, lo cierto que todos estos factores mellan la motivación intrínseca, lo que hace difícil a veces, hacer participar a adultos en los procesos de alfabetización.

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  5. Es muy acertado lo que señalas sobre el aprendizaje adulto, y me hace reflexionar sobre nuestro papel como facilitadores de la información. No podemos pretender ejercer la docencia con adultos del mismo modo que lo hacemos con niños o jóvenes. Si bien debemos entender el contexto, el entorno del grupo al que nos enfrentamos, debemos considerar el elemento edad en nuestra preparación. Saber usar las características de cada grupo es esencial para llegar al grupo de alumnos. En el caso de los adultos, saber encaminar su determinación, capacidad de organización y experiencias previas, nos permitirá “entregar” la información de tal manera que los alumnos podrán manipularla independientemente y de forma responsable para lograr sus metas.

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