jueves, 10 de octubre de 2013

Aprendizaje adulto: ¿Cómo aprenden los adultos y cómo enseñarles?

Durante muchos años, incluso en la actualidad, muchas personas han pensado que la educación por excelencia es una actividad exclusiva de la infancia y la adolescencia. Sin embargo, en los últimos años y como lo demuestran diversas investigaciones (Sarrate 2009, Izquierdo 2005, entre otros) el ser humano tiene la gran capacidad de seguir aprendiendo a lo largo de la vida.

Esta visión de una educación y formación permanente, que no se acaba al llegar a la edad adulta, se ve cristalizada y reflejada en diversos documentos producidos en las últimas décadas, entre las cuales se encuentran el informe "La educación encierra un tesoro" (Delors 1996), la Declaración de Hamburgo sobre la educación de las personas adultas (UNESCO 1997), el Informe Mundial sobre el Aprendizaje y la educación de Adultos (UNESCO 2010), entre otros.

Todas ellas, al igual que la pedagogía del oprimido (Freire 1969), nos invitan a comprender que, como afirmaba Jhon Dewey, "la educación de adultos es un derecho y un bien público al que todos deberían tener acceso, pero en la que todos tienen igualmente la responsabilidad de participar en el interés de mantener la democracia" (UNESCO 2010).

Este derecho y bien público debe ser entendido como un aprendizaje a lo largo de la vida, que no tiene fin ni debe de excluir a ninguna persona; ya que como se menciona en el punto 21 de la Declaración sobre Educación de las personas Adultas:

"En la actualidad hay en el mundo más personas de edad por habitante que nunca antes, y la proporción sigue en aumento. Estos adultos de edad pueden contribuir mucho al desarrollo de la sociedad. Por lo tanto, es importante que tengan la posibilidad de aprender en igualdad de condiciones y de maneras apropiadas. Sus capacidades y competencias deben ser reconocidas, valoradas y utilizadas." (UNESCO 2010)

Tomando en cuenta lo que menciona Maria Luisa Serrate en su texto "Rasgos Singulares del Aprendizaje Adulto", acerca de las características propias de la edad adulta (la capacidad de autodirección, el alto nivel de responsabilidad en base a una ética propia, el desempeño conjunto y simultaneo de distintos roles y el ser agente activo con una proyección-incidencia elevada) y el amplio repertorio de experiencias que "constituyen un principio y fuente natural de conocimiento, decisivo en el proceso de aprendizaje" (Serrate 2009:35), podemos observar que, efectivamente, las estrategias de enseñanza y aprendizaje que se lleven acabo en jóvenes y adultos no necesariamente deben de ser las mismas que se aplican a los más jóvenes (niños y adolescentes).

En el caso de las poblaciones adultas, por ejemplo, "la motivación para aprender se encuentra especialmente interrelacionada con las satisfacción de sus necesidades y expectativas" (Serrate 2009:35). Es decir, a diferencia de los adolescentes e infantes, hay una tendencia creciente (con la edad) a que predomine la motivación intrínseca (interna) más que la extrínseca (basada en factores externos como las calificaciones, por ejemplo). Por esta razón, en muchos casos suelen haber jóvenes y adultos se preguntan "¿y esto para qué me sirve?"

Debido a ello es importante que, al momento de diseñar estrategias y propuestas de enseñanza y aprendizaje en adultos, tomemos en cuenta la diversidad de experiencias que traen consigo nuestros educandos, ya que dichas experiencias son las que le dan un un valor y significado a sus propios conocimientos y aprendizajes. Asimismo, debemos de tomar en cuenta lo que nos señalan autores como Ángel Izquierdo (2005) sobre los problemas o conflictos que se dan en el desarrollo del adulto, tales como: el aprecio de la sabiduría frente a al aprecio de la fuerza física (cómo las personas cuando van avanzando en edad comienzan a canalizar gran parte de sus energías físicas en actividades mentales), la socialización frente a la sexualización en las relaciones humanas (se comienzan a redefinir las relaciones con personas de ambos sexos, dando prioridad a la camaradería sobre la intimidad sexual o la competitividad y a la búsqueda de la sabiduría), la flexibilidad frente a la rigidez mental (la lucha contra las tendencias a obstinarse en sus hábitos o desconfiar demasiado de las nuevas ideas).

En otras palabras, se trataría de proponer estrategias didácticas (contextualizadas a las etapas del desarrollo adulto) que propicien aprendizajes significativos. Es decir que los educandos sean quienes construyan un significado propio o personal para un objeto de la realidad o contenido que pretenden aprender. 

El aprendizaje de un nuevo contenido es, en último término, el producto de una actividad constructiva mediante la cual la persona incorpora  a su experiencia, los significados y re­presentaciones referidos a un nuevo conocimiento. Para ello se debe tomar en cuenta, en el desarrollo cualquier propuesta de formación, que son las personas (educandos) los principales constructores del conocimiento y que construyen signi­ficados cuando hacen uso de experiencias y conocimientos previos, cuando tienen interés y disponibili­dad y cuando reciben la orientación oportuna y efectiva del educador/formador en el marco de una situa­ción interactiva, situación que nos toca crear y promover.


La metodología debe ser holística. Es decir, que abarque la integralidad del ser humano, que tenga en  cuenta los aspectos cognitivos, afectivos y actitudinales acordes con su etapa de vida.

Tomando en cuenta la psicopedagogía del adulto, expuesta por Roxana Valle (2012), se podría decir que al momento de desarrollar nuestras propuestas educativas, deberíamos tomar en cuenta los elementos sugeridos por Rosa Maria Mujica (2006):
  • Partir de la realidad de los educandos: Es fundamental partir de la realidad, esto es de las características, necesidades, intereses y problemas de los alumnos  con las que trabajamos, así como de su experiencia de vida, sus posibilidades y sus limitaciones. Partir de la realidad de las personas supone entonces abordar los contenidos de cada clase, taller o sesión, incorporando las experiencias y conocimientos previos de los que participan en ellos.
  • Aprender a aprender:    Esto significa que  el aprendizaje debe partir de la experiencia directa de las personas promoviendo su actividad de tal manera que sean capaces de buscar información, de organizar sus ideas, reflexionar, sintetizar y construir  opinión y conocimientos, pasando de ser receptores pasivos a  productores de conocimientos.
  • Tener en cuenta el diálogo como método privilegiado: Un aspecto fundamental el desarrollo de una comunicación horizontal entre los sujetos involucrados en el proceso educativo. Para que haya comunicación horizontal es necesario que las personas se reconozcan diferentes pero iguales en dignidad y derechos. El diálogo constituye un espacio que permite expresar las diferentes posturas, opiniones o sentimientos frente a un hecho o a una situación. El diálogo hace posible el aprendizaje activo,
  • Se promueva la Criticidad:  Criticidad es aquella actitud que permite dar una opción justa; juzgar ideas, personas y hechos, con equilibrio y profundidad. Criticidad es igual a sensatez o a "sentido común" y es opuesta a la superficialidad, la obstinación, el apasionamiento y la intolerancia .La persona crítica es capaz de juzgar con actitud positiva; por ello no sólo emite juicios sino que abre espacios de discusión y, en lo posible, propone alternativas y soluciones. Los educandos  deben aprender a distinguir, comparar, evaluar y proponer, para tener juicios propios, correctos y justos. Para desarrollar la capacidad crítica es necesario  privilegiar la información que parte de la realidad, tratando siempre de regresar a ella para transformarla;  favorecer la reflexión, el análisis y la interpretación de la información adquirida;  promover la autocrítica (la autoevaluación) tanto del educador como del participante;  integrar teoría y práctica 
  • Promover la expresión y el desarrollo de afectos y sentimientos: Toma en cuenta los sentimientos de los educandos. Si las personas expresan libre y conscientemente sus sentimientos, y se les acompaña a crecer y madurar en ellos, se puede decir que se está tomando en cuenta a la persona. Sólo es posible el aprendizaje de valores si el educador en sus métodos y procedimientos, toma  en cuenta los sentimientos de los educandos.
  • Promover la participación:  Promover la participación es motivar a los y las participantes a tomar parte activa en todas las actividades planificadas en el proceso educativo, para que dejen de ser espectadores, para ser protagonistas.  Cuando los y las participantes participan, se comprometen con las iniciativas que tomen, asumen sus responsabilidades y descubren su capacidad para tomar decisiones.
  • Promueva La Integralidad: En este sentido, promover el desarrollo integral de la persona exige asumirla como valiosa en sí misma, única y diferente, que tiene características propias y originales. propicia el desarrollo orgánico y psicomotor tomando en cuenta las características y posibilidades de cada persona;  estimula la capacidad de conocer, comprender, crear, construir, descubrir, cuestionar, proyectar, valorar y trascender;  crea las condiciones necesarias para el desarrollo, para la expresión de los sentimientos y afectos y de su capacidad estética; promueve el desarrollo del juicio moral, estimulando la capacidad de diferenciar el bien del mal, el desarrollo de la tolerancia, del sentimiento de igualdad de los seres humanos, de la solidaridad y de todos aquellos valores que hagan posible el logro de la justicia, la democracia y la paz.
  • Rescatar el valor del juego: El que sean adultos no significa que no sepan/deban jugar o que se hayan olvidado de hacerlo. Los  juegos ayudan a realizar un diagnóstico de manera participativa, permiten conocer qué  es lo que los participantes saben sobre el tema y a partir de este conocimiento reforzar o transformar las ideas previas. Los juegos promueven el debate y logran que se expresen los participantes. Ayudan también a compartir las experiencias y la vida generando ambientes de acogida y respeto al otro y a la otra, de tolerancia y de aprecio. Los juegos hacen más fácil cuestionar los prejuicios y preconceptos predisponiendo a los participantes a nuevos aprendizajes. Los  juegos también ayudan a construir colectivamente conceptos e ideas.

En conclusión, se puede decir que el aprendizaje y la educación no son hechos acabados. Si bien el aprendizaje adulto tiene algunas diferencias, propias de la etapa de vida, con respecto a la educación que debe de recibir un niño o adolescente, el aprendizaje es un derecho que se debe dar a lo largo de la vida.

A manera de resumen se presenta la siguiente infografía donde se presentan cuales son los principios del aprendizaje adulto que se han presentado en esta publicación.

Fuente: Blog TICs y Formación
Consulta: 9 de octubre de 2013



Bibliografía:

- DELORS, Jacques (1998). La Educación encierra un tesoro. UNESCO. Consulta: 7 de abril de 2013. http://www.unesco.org/education/pdf/DELORS_S.PDF


- DEL VALLE, Roxana (2012) Aprendizaje adulto. Diplomatura de especialización en Docencia para la Formación y la Capacitación. Lima: Facultad de Educación PUCP. En: PLAN ESPECIAL DE LICENCIATURA EN EDUCACIÓN (2013). Texto base del curso Didáctica para Procesos Educativos No Escolares. Material de enseñanza. Lima: Pontificia Universidad Católica del Perú, Facultad de Educación.

- FREIRE, Paulo (1969). Pedagogía del Oprimido. Barcelona, Biblioteca Nueva. 

IZQUIERDO, Ángel (2005). Psicología del desarrollo de la edad adulta. Revista Complutense de Educación. Vol. 16, Núm. 2, 601-619. En: PLAN ESPECIAL DE LICENCIATURA EN EDUCACIÓN (2013). Texto base del curso Didáctica para Procesos Educativos No Escolares. Material de enseñanza. Lima: Pontificia Universidad Católica del Perú, Facultad de Educación.

- MUJICA, Rosa Maria (2006). Metodología de Educación en Derechos Humanos. Consulta: 9 de octubre de 2013.


- SARRATE CAPDEVILLA, Maria Luisa (2009). "Rasgos Singulares del aprendizaje adulto" En: Educación de personas Adultas en las Fuerzas Armadas. CATÁLOGO GENERAL DE PUBLICACIONES OFICIALES. España: Ministerio de Defensa. pp.27-40.  En: PLAN ESPECIAL DE LICENCIATURA EN EDUCACIÓN (2013). Texto base del curso Didáctica para  Procesos Educativos No Escolares. Material de enseñanza. Lima: Pontificia Universidad Católica del Perú, Facultad de Educación.

- UNESCO (1997). Declaración de Hamburgo. Hamburgo, Alemania. Consulta: 9 de octubre de 2013 http://www.unesco.org/education/uie/confintea/pdf/con5spa.pdf

- UNESCO (2010). Informe Mundial sobre el Aprendizaje y la Educación de Adultos. Instituto de UNESCO para la Educación a lo largo de toda la vida. Hamburgo, Alemania. Consulta: 9 de octubre de 2013. 

12 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  2. Interesantes los elementos sugeridos por Mujica (2006) que presentas, Roberto. Considero que, además de los aspectos que ya hemos estado discutiendo en el blog, hay 3 elementos novedosos que me parecen de suma importancia. El primero es el tener en cuenta el diálogo como un método privilegiado. Un ejemplo claro de esto lo podemos encontrar en el video que compartió Rocío en su entrada, en el que los capacitadores de Cáritas fomentan un diálogo abierto y respetuoso con las señoras participantes del taller. Creo que en ese caso uno de los factores que ayuda al diálogo es el que los capacitadores son de la zona, por lo que quizá no sean percibidos por las participantes como ajenos a la realidad que ellas viven, lo que permite una mayor apertura y posibilidad de diálogo horizontal. En este video también se puede observar claramente otro aspecto mencionado por Mujica (2006), que cita Roberto, que es el de fomentar la participación. Los capacitadores motivan a las participantes a participar a lo largo de todo el taller, siendo su participación uno de los componentes principales del taller. Concuerdo con lo que menciona Roberto citando a la autora acerca de la importancia de promover la participación, ya que a través de ella los participantes pasan de ser espectadores a ser protagonistas, lo que es crucial para lograr un aprendizaje significativo.
    El tercer aspecto que me parece importante y novedoso con respecto a lo que hemos estado discutiendo es el rescatar el valor del juego. Como se plantea en la entrada, el jugar no debe estar relacionado sólo con la infancia o la recreación, ya que a través del juego se pueden generar oportunidades de aprendizaje muy significativas. Es importante ser creativos como docentes para poder crear situaciones de aprendizaje a través del juego. Al respecto, el video que compartió Melissa sobre el uso de videojuegos para el aprendizaje es un muy buen ejemplo del uso del juego en los procesos de enseñanza- aprendizaje.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Concuerdo con Micaela en que los 3 elementos que propone: diálogo, participación y valor del juego son de mucha importancia, ya que como hemos visto en otros posts, es clave el involucramiento del adulto en todos los niveles del proceso de aprendizaje, de ahí que otro elemento que rescato es que es importante relacionar la acción educativa con la experiencia previa de los adultos, para que sea más significativo, por ello una herramienta útil es el conocimiento de la realidad a la que enfrente el educador, para que pueda realizar mejores planificaciones de clase, que fomenten los elementos señalados por Micaela.

      Eliminar
  3. De acuerdo con Roberto acerca de que la educación era vista antiguamente como una actividad dirigida para las primeras etapas de la vida; actualmente el contexto en el que vivimos ha creado una necesidad de formación permanente. Por ello la importancia del termino andragogia que no es otra cosa que la educación pensada en el adulto, el crear estrategias para poder lograr aprendizajes significativos en ellos y construir conocimientos. Este blog me parece muy interesante porque destaca los elementos propuestos por Rosa Maria Mujica (2006) entre los cuales me parece muy importante el valor del juego. Considero de acuerdo con mis compañeros que es una forma de obtener conocimientos previos de los alumnos pero a la vez de conocer sus destrezas y capacidades y no solo ello sino también de romper paradigmas. El juego ha estado ligado siempre a la infancia y he conocido a muchas personas que en programas de la empresa para la que yo trabajo no desean participar y se muestran renuentes a este. Aquí la importancia de la labor del facilitador que permita la integración y busque que todos los alumnos participen y sean tolerantes con los demás y dejen salir al niño que cada uno lleva dentro pero que debido a la realidad actual es muy complicado mostrarlo. La resistencia al cambio relacionada con la innovación es una reacción de defensa por ello en muchos casos los alumnos no desean participar el poder lograrlo es un paso mas hacia el éxito en la búsqueda de una educación de calidad.

    ResponderEliminar
  4. Efectivamente, los juegos son una estrategia didáctica que no tiene pierde. A partir de mi experiencia, diseñando y elaborando estratégias y actividades lúdicas para adultos he descubierto que los mecanismos de defensas que se suelen manifestar, como los que menciona Rocío, responden a imaginarios sociales donde se cree que el juego es solo para los niños.

    La idea, cuando elaboras estrategias y actividades lúdicas para adultos es que estas partan de las competencias que se quieren desarrollar y sobretodo de las experiencias previas que tienen los educandos. En ese sentido, cuando hablamos de técnicas participativas y lúdicas no necesariamente hablamos de videojuegos; también pueden ser juegos de tableros, rompecabezas, cartas, ruletas y otros.

    En mi caso, y en el de Estrella Coloma y Jorge Martinez, con quienes enseño un mismo curso en educación superior empleamos juegos de tableros y dinámicas participativas que nos permitan no solo motivar el aprendizaje, sino también fomentar un diálogo abierto y respetuoso, así como recoger saberes previos.
    También hacemos uso de otras herramientas, como las redes sociales, que se adaptan a la realidad y al contexto en el que se desenvuelven nuestros estudiantes (18 a 21 años en promedio). Sin embargo, cuando he diseñado materiales y estrategias para capacitar a personas mayor (como quizás sea el caso de Rocío) he empleado rompecabezas y juegos de tableros, los cuales se acercan más a la experiencia lúdica de los participantes.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Que interesante ver como sirve el juego para retroalimentar, motivar y recoger saberes previos. Si bien yo yo trabajo con niños como profesora, como psicologa debo hacer talleres para padres. Muchas veces para lograr que estos entiendan los procesos que experimentan sus hijos lo hago a traves de juegos para que logren identificar los procesos por lo que experimentan sus hijos. Es asi que considero al juego importante tambien para indagar y experimentar.
      Por otro lado como participante de diferentes talleres o cursos tambien he vivenciado el juego como parte de mi aprendizaje. Sin embargo, es muy importante lo que dice Roberto respecto a que este material debe ser diseñado en base a las competencias que se busca desarrollar. Ademas de, estar de acuerdo a la edad y realidad de los participantes.

      Eliminar
    2. Exactamente Silvana, los juegos nos permiten indagar, experimentar y valorar experiencias, saberes y conocimientos que traen las personas. Todos los adultos sabemos jugar, solo que muchas veces por vergüenza o presión social, preferimos no hacerlo o lo consideramos algo exclusivo de la infancia.

      Sin embargo, los juegos tienen un gran potencial para movilizar todo aquello que forma parte del ser humano (emociones, sentimientos, conocimientos, saberes, experiencias, habilidades, actitudes, aptitudes, valores, etc) a través del lenguaje no verbal (kinésica) y el verbal (paralingüismo).

      Eliminar
  5. Yo creo que es importante tomar en cuenta la imagen que la sociedad tiene de las personas adultas mayores. Quizás no se reflexiona sobre la importancia de la experiencia ganada en los años de vida y la importancia de esta experiencia para el desarrollo de las comunidades. Una de las cosas que puedo criticar a los programas de capacitación de adultos es que una vez que se retira la ONG, o la institución que ha brindado el taller, las cosas vuelven a ser como antes y no se ve un cambio profundo en la vida de las personas que han sido intervenidas y creo que aquí debemos reflexionar sobre la importancia de la continuidad y que sean las mismas personas quienes se encarguen de seguir trabajando estos aspectos que son importantes para el desarrollo de las comunidades. Antes de estas lecturas no me había puesto a reflexionar, que importante es seguir capacitando a las personas a lo largo de su vida, y que importancia toma la participación ciudadana, sobre todo de adultos mayores por ejemplo en las juntas vecinales y elaboración del plan de trabajo de las municipalidades, creo que es algo que aún no se ha trabajado y puede ayudar a mejorar la calidad de vida de muchas comunidades.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Concuerdo contigo Jorge, las personas adultas mayores son olvidadas en muchos aspectos, y si sumamos a esto adultos mayores con problemas socioeconómicos, abandonados, etc., pues sus posibilidades aún son menores; pienso que es importante que se generen no solo programas que puedan incentivar su educación sino también políticas públicas que permitan generar nuevos progrmas y proyectos.

      Eliminar
    2. Efectivamente Jorge, creo que el trabajo con los adultos mayores es algo que en nuestra propia sociedad se ha dejado mucho de lado (lamentablemente). En mi experiencia, por ejemplo, cuando viví un tiempo en Japón pude observar que a las personas adultas mayores las involucran dentro del proceso y sistema educativo; ya que cuentan con una gran experiencia... no es lo mismo que un niño lea un texto o vea una audiovisual sobre la guerra mundial y la bomba atómica que sea un sobreviviente o una persona que vivió esa época (y la post guerra) quien lo cuente como un testimonio de vida, en un aula de clases.

      Del mismo modo creo que en nuestro caso debemos de involucrar a los adultos mayores en los procesos educativos. No solo como sujetos del aprendizaje sino también como actores activos del mismo.

      Quien mejor que un adulto mayor, que quizás formó parte de las primeras olas migratorias que poblaron zonas como Villa El Salvador, Huaycan, San Juan de Miraflores para enseñarnos la historia de las migraciones a Lima y la importancia de la formación en valores como la perseverancia, el trabajo colaborativo, la ayuda mutua (solidaridad), entre otros; o incluso, hacernos recordar lo que significó la época de violencia (terrorismo) y la importancia de esos hechos no se vuelvan a repetir.

      Las historias de vida y los testimonios son una estrategia didáctica que creo que debemos de revalorar en nuestra forma de enseñar. No es un libro de texto el que me cuenta la historia, es una persona como yo (con emociones, sentimientos, experiencias vividas).

      Esta es una de las explicaciones del por qué el auge de las redes sociales y el desarrollo exitoso de estrategias de marketing, ventas y publicidad que se desarrollan a través de dichos medios (las redes sociales). No es una marca (exterma, ajena y muchas veces percibida como poderosa la que me habla), sino alguien cercano y real para mi. Creo que estos conceptos que se emplean en estrategias de marketing (branding) y publicidad hoy en día podemos incorporarlas también en nuestras prácticas educativas para despertar el interés y la motivación del educando.

      Eliminar
  6. El aprendizaje en adultos es enriquecedor, como lo mencioné en mi post, porque ellos llevan consigo conocimientos adquiridos a lo largo de su vida. Por un lado, se comparte información desde los puntos de vista de las distintas especialidades que pueden compartir en una misma aula. Por otro lado, muchos de ellos se sienten con la 'autoridad' de cuestionar sobre los conocimientos, metodología, herramientas, etc; que se puedan utilizar en los cursos que reciben. Además, los adultos al ser personas con un carácter ya formado y una personalidad menos cambiante que la de los jóvenes, el profesor deberá saber cómo tratarlos, en caso puedan existir conflictos entre los grupos de alumnos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Efectivamente, a partir de mi experiencia personal, creo que ese cuestionamiento e intercambio de puntos de vista que mencionas son elementos enriquecedores del proceso educativo y el aprendizaje con adultos.

      Como lo mencionaron tú, Jorge y Melissa, entre otros, en sus respectivas participaciones, es importante recoger los saberes previos, las experiencias, conocimientos y cotidianidad que traen consigo cada una de las personas adultas con las que trabajamos. Ello es nuestra materia prima, el punto de partida para luego desarrollar el conflicto cognitivo a través de diversas técnicas (debates, sociodramas, juegos, matrices conceptuales, etc.) que nos permitan también desarrollar una Zona de Desarrollo Próximo (ZDP) del cual nos habla Vygostki.

      Eliminar