El
aprendizaje se debe dar en las distintas etapas de la vida, en cada una de
ellas con objetivos y motivaciones diferentes. Por eso mismo, la enseñanza se
debe orientar teniendo en cuenta diversos aspectos, como por ejemplo: la edad de
las personas, el contexto social, económico, cultural, etc. Al tener en cuenta
estas características, podremos darnos cuenta de la motivación personal y/o profesional
que tiene el educando. El aprendizaje debe estar al alcance de todos y no
limitarse a un grupo privilegiado (Sarrate, 2009:27).
Cabe
resaltar, que algunos adultos estudian para especializarse profesionalmente;
para lograr un mejor puesto de trabajo; una mayor remuneración económica, un
reconocimiento académico, incluso una satisfacción personal, etc. Los motivos,
como ya mencioné varían de acuerdo a los distintos perfiles del estudiante. Sin
embargo, toda motivación siempre es válida. Lo difícil, a mi parecer, es
mantenerla a lo largo del curso o de la carrera. Esto se debe a que los adultos
enfrentan mayores dificultades que otro grupo de personas. Ahora, su principal
responsabilidad ya no es el estudio, debido a que también tiene otros compromisos
que afrontar. Por ejemplo, tendrá que estudiar en lo que antes era su ‘tiempo
libre’, o el tiempo que dedicaban a su familia, o a las horas extra del
trabajo. Por lo tanto, tendrá que enfrentar dificultades que no suelen verse en
grupos más jóvenes, como la falta de tiempo, el cansancio, preocupaciones de
carga familiar, etc.
Es
por eso que a la hora de armar la currícula de cursos para adultos uno de los puntos
clave es la metodología que se utilizará. Tendemos a creer que por tratarse de
personas mayores no es necesario enfocarse en que el aprendizaje puede ser de
manera lúdica, y descuidamos el uso de juegos y otras herramientas que solemos
utilizarlas con grupos de niños y/o adolescentes. El uso de estas metodologías
no sólo resulta más cómodo para el que estudia sino también para el profesor,
quien es el que se puede dar cuenta del interés y dedicación que tienen los
estudiantes.
Además,
debemos tomar en cuenta que la experiencia de vida que lleva consigo el adulto
es enriquecedora en todo sentido. Por ejemplo, el hecho que ya cuenten con una
carrera, se estén dedicando a una especialización da un plus adicional al
contexto académico. Suele suceder, cuando los adultos realizan una
especialización de post grado, por lo general, un salón es multidisciplinario
siendo esto un punto importante para el profesor y el resto de compañeros,
debido a que se tomarán en cuenta los distintos puntos de vista de las
especialidades de cada uno de ellos.
El
enriquecimiento del aprendizaje por la experiencia de vida que tienen los
adultos fortalece la capacidad del conocimiento, porque se puede generar con
mayor precisión conceptos reales a diferencia de los jóvenes, pudiendo ser el
insumo para generar propuestas de programas, proyectos, incluso de políticas de
Estado sólidas, realizables que sean eficaces para el resto de la sociedad, a
diferencia de los profesionales o de los jóvenes en formación. Esto puede
repercutir en un mejor desempeño laboral, en contra parte de la difícil
aceptación frente al insumo tecnológico que es la carta de presentación de los
jóvenes.
Es
importante también, poner en práctica los aprendizajes recibidos en la teoría.
Si bien, algunas de las especializaciones que reciben los adultos son en base a
conocimiento teóricos, no debemos olvidar lo significativo que es ponerlos en
práctica. Asimismo,
la enseñanza a grupos de personas adultas, suele hacerse también de manera
virtual o semi presencial. De esta manera, se le facilita al estudiante la
posibilidad de capacitarse a distancia, sin la necesidad de ocupar su tiempo al
trasladarse al aula para recibir conocimiento.
En el siguiente video podemos ver algunas de las características del aprendizaje en adultos:
Es
importante que instituciones de nivel internacional pongan énfasis en el seguimiento
de propuestas e iniciativas de trabajo referentes a la educación de personas
adultas. De esta manera se podrá visualizar en un determinado tiempo los
objetivos: a nivel local, nacional, regional o internacional.
En
conclusión, como menciona María Luisa Sarrate: “todo aprendizaje debe llevar a una satisfacción personal y profesional
permanente”. Esto hará que el educando se sienta feliz consigo mismo, con
lo que hace y además motivará a que continúe con su especialización, tomándolo
como algo necesario más no obligatorio ni como castigo.
Bibliografía:
- DEL
VALLE, Roxana (2012) Aprendizaje adulto. Diplomatura de especialización en
Docencia para la Formación y la Capacitación. Lima: Facultad de Educación PUCP. En: PLAN ESPECIAL DE LICENCIATURA EN EDUCACIÓN (2013). Texto base del
curso Didáctica para Procesos Educativos No Escolares. Material de enseñanza.
Lima: Pontificia Universidad Católica del Perú, Facultad de Educación.
- IZQUIERDO, Ángel (2005). Psicología del desarrollo de la edad adulta.
Revista Complutense de Educación. Vol. 16, Núm. 2, 601-619. En: PLAN ESPECIAL
DE LICENCIATURA EN EDUCACIÓN (2013). Texto base del curso Didáctica para
Procesos Educativos No Escolares. Material de enseñanza. Lima: Pontificia
Universidad Católica del Perú, Facultad de Educación.
-
SARRATE CAPDEVILLA, Maria Luisa (2009). "Rasgos
Singulares del aprendizaje adulto" En: Educación de
personas Adultas en las Fuerzas Armadas. CATÁLOGO GENERAL DE PUBLICACIONES
OFICIALES. España: Ministerio de Defensa. Pp.27-40. En: PLAN ESPECIAL DE
LICENCIATURA EN EDUCACIÓN (2013). Texto base del curso Didáctica para
Procesos Educativos No Escolares. Material de enseñanza. Lima: Pontificia
Universidad Católica del Perú, Facultad de Educación.
- Video
en youtube “Características del estudiante adulto” Consulta: 12 de Octubre https://www.youtube.com/watch?v=TExzY_nVKis
Estrella,
ResponderEliminarEs muy cierto lo que mencionas, respecto a que una de las cosas que mas nos suele costar a los que nos dedicamos a trabajar procesos educativos con adultos es mantener una motivación alta en los/las participantes. Sin embargo, como también lo menciona y, como también nos ha demostrado nuestra experiencia la aplicación de estrategias lúdicas y participativas nos permiten mantener, de forma constante la motivación del estudiante; ya que a través de ellas no solo recogemos sino que ponemos también en movimiento los diversos intereses, necesidades, saberes, experiencias, emociones, sentimientos, actitudes, valores, habilidades, que traen consigo cada uno de nuestros estudiantes.
Desarrollar estrategias metodológicas activas y participativas son sumamente importantes y, a su vez, un gran reto que debemos asumir y responder con empeño, efectividad y creatividad (sobretodo por la gran diversidad de personalidades, procesos, intereses y necesidades que se manifiestan en las poblaciones adultas).
Finalmente, creo que este reto que acabo de mencionar no debe ni tiene porque restringirse a los espacios "tradicionales" de la enseñanza en aula, sino que también deben de ser aplicados y adaptados a las realidades del b-learning (blenden learning o educación semipresencial) y e-learning (aprendizaje a distancia) donde se pueden hacer uso de diversas herramientas como: foros de debate, audiovisuales, crucigramas, blogs,video conferencias, videojuegos, redes sociales,aplicaciones móviles, códigos QR, realidad aumentada, entre otros.