domingo, 13 de octubre de 2013

Reflexión sobre el aprendizaje adulto y las lógicas de su aplicación.


El enfoque sostenido por las diferentes opiniones me parece bastante coherente sin embargo recuerdo las nociones de Cabello en la lectura de “Educación De Personas Jóvenes y Adultas En Latino América” con las cuales me gustaría recordarla y hacer una puntualización sobre la dimensión política e ideológica de la construcción de las situaciones de aprendizaje. Y si bien lo que planteo es un postura ante esto, considero que sí es necesario saber desde que perspectiva me ubico como facilitador del aprendizaje para la labor de viabilizar el desarrollo personal en personas adultas, he ahí donde radica la importancia de reconocer la dimensión política de la acción educativa y su necesaria problematización.

Concuerdo con los factores a considerarse en la educación para adultos que hacen referencia a la motivación e innovación usando estrategias participativas y colaborativas que incluyan y vinculen los conocimientos y habilidades previas de los participantes. Considero que según (Cabello: 1997) el cual dice que el aprendizaje adulto es un factor y elemento para el desarrollo laboral y la participación activa en la comunidad del adulto, que es importante puntualizar algunos aspectos sobre cómo poder comprender de una forma más vinculante los aspectos que tienen que ver, sobre todo, con las nociones de desarrollo que se manejan al momento de emprender un proceso de aprendizaje en adultos, la contextualización en este caso está irremediablemente vinculada a la situación cultural, es decir deberían ser comprendidas como parte de una misma cosa.

Estas ideas sobre cómo poder orientar la formación adulta, plantea un esquema que tiene como eje el desarrollo económico según los parámetros e ideologías occidentales y la cual estamos inscritos de forma “oficial o normativa”. Es decir si nuestro contexto político jurídico y económico plantea una lógica del desarrollo económico aceptada de una forma global, esto no implica que dentro de nuestro territorio existan otro tipo de actividades fuera de los parámetros del desarrollo económico mencionados anteriormente, que tengan que ver con el bienestar social y la participación activa en la comunidad como un factor muy importante para la supervivencia cultural de una determinada población. Es evidente que la pluriculturalidad existente en nuestro territorio hace necesaria la consideración de estas diferentes formas de concebir las ideas sobre desarrollo social, cultural y económico desde perspectivas que no se vinculen directamente tal vez con nuestra ideología de normatividad institucionalizada. Por ello el desarrollo las habilidades y destrezas, la alfabetización y las condiciones de inclusión sobre la igualdad de género, deben ser sometidas a evaluación vinculante en función de los aspectos y valores de las comunidades y los contextos  y culturas donde se espera trabajar una dinámica de formación adulta.

Entonces si existe la preponderancia de un modelo pedagógico y la oferta cultural en relación a los términos mencionados. Es evidente que tal vez pensar en un modelo pedagógico “estándar” aplicable a diferentes situaciones culturales o territoriales es inviable, dado que en muchos casos es importante tener en cuenta la preparación de diferentes modelos de acuerdo las situaciones culturales y en otras en necesario la construcción de este modelo o metodología de forma colaborativa con la población  a la cual estamos dirigiendo el nuevo proceso de aprendizaje adulto, sobre el aspecto que se menciona como oferta cultural me parece importante reconocer que éstos para tiene que estar también en función no solamente los criterios desarrollo económico establecidos desde una noción centralista para comprender la visión cultural de un determinado territorio o parís como el nuestro sino también abarca diferentes aspectos que se vinculan de este tipo desarrollo al mismo tiempo pero tenemos que reconocer como importantes y necesarios para una determinada situación cultural, pero porque es importante esto. En la medida que nosotros fortalezcamos dinámicas de inclusión que abarque en contextos diferentes y la totalidad y complejidad que estos o ante estos conforman la negociación y el fortalecimiento democrático así como la unificación política todo terminó territorio es mucho más viable en ese sentido fortaleciendo estas dinámicas de manera consciente y pertinente no será necesario o para por situaciones que terminen siendo en positivas para determinar secciones culturales sino que se fortalecerán dinámicas en las cuales las nociones de este desarrollo del ser construidas de manera conjunta.


Cabello M. (1997). Didáctica y educación de personas adultas. En Una propuesta para el desarrollo curricular. (PP. 15 -40). Málaga: Ediciones Aljibe.

Los aspectos psicológicos y pedagógicos que deben tenerse en cuenta en la formación de los adultos

El aprendizaje en la educación adulta es posible y además resulta indispensable en estos momentos donde el contexto en el que vivimos es constantemente cambiante, el aprendizaje es “una actividad indispensable pues constituye el camino para alcanzar mayores cuotas de enriquecimiento y perfeccionamiento personal” (SARRATE CAPDEVILLA, 2009:38). Es necesario actualmente adquirir conocimiento sobre las innovaciones tecnológicas de información y comunicación, que ha llevado también a nuevas formas de aprendizajes virtuales, utilizados para la educación adulta. 

Dentro de los aspectos pedagógicos presentes en la educación de adultos podemos nombrar lo siguiente, el concepto mismo de educación (SARRATE CAPDEVILLA, 2009:29) se considera como aquella que se da para todos a lo largo de toda la vida, no está restringido a ninguna etapa en particular, sino que responde a las demandas actuales cambiantes, esto implica nuevas transformaciones en cuanto al tiempo (no solo a una educación de escolaridad básica, sino mas bien a una que está repartida durante todo el proceso vital), objetivos (aquí se considera el adquirir competencias, nuevas estrategias de aprendizaje, convivencia y a sacar lo mejor de nosotros mismos) y espacio educativo (ya no solamente se da en escuelas sino mas bien en todos los lugares que pertenecen al individuo). Por otro lado, los propósitos de la educación se ven redefinidos con nuevas perspectivas que plantean el aseguramiento de realización personal, empleabilidad, integración social y ciudadanía activa (SARRATE CAPDEVILLA, 2009:30), donde es necesario diseñar nuevos mensajes: nuevas cualificaciones, inversión en recursos humanos, innovación educativa, valoración del aprendizaje, redefinición de asesoramiento y orientación, y por último, encontrar el aprendizaje en el hogar. Visto de esta manera, es necesario el desarrollo de competencias específicas referidas a la actuación autónoma, a la interacción de grupos heterogéneos y a la adquisición de instrumentos socioculturales. Dentro de esto, es preciso ver desde la psicopedagogía del adulto que es necesario la realización de estrategias metacognitivas de refuerzo, recuperación y almacenamiento a largo plazo para poder adquirir las competencias  (DEL VALLE, 2012:14).

Dentro de los aspectos psicológicos, podemos mencionar los referidos a la adultez, donde se rescata la presencia de autonomía económica, estabilidad emocional, integración social y la madurez y el buen juicio en libertad de decisión y actuación. Por ello conviene hablar de un desarrollo continuado del ciclo vital, que se da a lo largo de toda la vida, que tiene una multidireccionalidad y multidimensionalidad inter e intra individuales, donde el desarrollo es doble entre pérdidas y ganancias y donde está presente la plasticidad que se refiere a la adaptabilidad intra individual (IZQUIERDO, 2005:607-608). Todo esto da lugar a los principales rasgos de la persona adulta: “capacidad de autodirección, alto nivel de responsabilidad basada en una ética propia, desempeño conjunto y simultáneo de distintos roles y agente activo con una proyección-incidencia social elevada” (SARRATE CAPDEVILLA, 2009:33). Estos rasgos presentes en la educación, se muestran en el proceso del aprendizaje por medio de la experiencia, motivación e innovación, que en el caso de los adultos, resultan decisivos, ya que la experiencia es la fuente primera de conocimientos, son los saberes previos en los que se basa la adquisición de aprendizajes significativos, esto permite la consolidación del conocimiento. Por otro lado, la motivación es esencial y clave para alcanzar uno de los logros de la educación, como es satisfacer necesidades y expectativas en pro de conseguir los objetivos que se plantea el desarrollo personal constante del individuo, ya que “lo importante es el compromiso personal y la regularidad en el cumplimiento de la tarea” (DEL VALLE, 2012:12). Esta motivación se da de manera extrínseca (inserción social, actualización profesional, desarrollo laboral, nuevas formas de resolución de problemas) e intrínseca (satisfacción personal, mejor adaptabilidad, seguridad, confianza) y está por encima de posibles obstáculos, tales como la distancia del centro educativo, experiencia escolar previa llevada de mala manera, problemas con horarios, exceso de carga laboral, falta de apoyo familiar, de amistades y de pareja, sentimientos de inseguridad, etc. Es innegable también que existe “cierto declive funcional a partir de la segunda mitad de la vida” (DEL VALLE, 2012:9) que hace que los adultos reciban y estructuren de manera diferente la información.




Para conseguir una educación en adultos exitosa es necesario tomar en cuenta: el potenciamiento de la motivación inicial; la atención en la experiencia previa, ahí es donde se encuentran los saberes previos y las destrezas adquiridas; el centrarse en la proyección práctica de lo adquirido; y hacerlos partícipe de la planificación y organización de su aprendizaje. Asimismo es clave tomar en cuenta (DEL VALLE, 2012:15-22) el subsistema cognitivo (operativo, figurativo y operatorio) junto con el afectivo y el aprendizaje formal y complejo (uso de razonamiento abstracto, de la memoria a largo plazo y carga cognitiva). El aprendizaje efectivo se da sobre todo cuando existen mayores experiencias significativas que traen consigo una menor carga cognitiva ya que ya tenemos varias cosas asimiladas que pueden ser adaptadas. En este sentido, es necesario una secuenciación gradual de contenidos, facilitación de ejemplos y preguntas y respuestas, recordatorios de conceptos claves, organizadores avanzados y soporte visual. Para el diseño instruccional de las clases, es necesario secuenciarlo en 4 aspectos: tareas de aprendizaje, información de soporte, información de procedimientos y ejercicios de partes de la tarea (DEL VALLE, 2012:22).

Por todo ello es que decimos que “la persona adulta está capacitada para, a lo largo de su existencia, llevar a cabo con éxito procesos de aprendizaje, a fin de enriquecer su propia individualidad y para mejorar su entorno” (SARRATE CAPDEVILLA, 2009:38). 


Tomado de:
http://cmapspublic2.ihmc.us/rid=1H960W2ZX-BVVD5F-SD4/APRENDIZAJE%20ADULTO.cmap

Bibliografía:

SARRATE CAPDEVILLA, Maria Luisa (2009). "Rasgos Singulares del aprendizaje adulto" En: Educación de personas Adultas en las Fuerzas Armadas. CATÁLOGO GENERAL DE PUBLICACIONES OFICIALES. España: Ministerio de Defensa. Pp.27-40.  
IZQUIERDO, Ángel (2005). Psicología del desarrollo de la edad adulta. Revista Complutense de Educación. Vol. 16, Núm. 2, 601-619. 
DEL VALLE, Roxana (2012) Aprendizaje adulto. Diplomatura de especialización en Docencia para la Formación y la Capacitación. Lima: Facultad de Educación PUCP. 





 


Estimada profesora y compañeros

Por encargo de Grace Alexandrino, compañera del curso, subo su participación al blog debido a que ella no ha podido acceder al blog por un problema con la invitación.
 
¿Cómo aprende el adulto y cómo enseñarle?

He podido aproximarme a la educación de adultos enseñando inglés de manera personalizada (1 alumno por hora dictada) desde el año 2009 hasta la fecha, aunque el último año ha sido una actividad menos recurrente. La gran mayoría de alumnos a los que tengo el gusto de enseñar, son personas interesadas en este idioma debido a motivaciones directamente relacionadas a su actividad laboral: exigencias del nuevo puesto en el que se desempeñan, interés en postular  a un nuevo puesto, postular a una maestría, diplomado o cursos de actualización, entre otros casos.

Antes de enfrentarme a este nuevo grupo de alumnos, mi experiencia se basaba en enseñar a niños y adolescentes o adultos jóvenes. Luego de unos meses enseñando y adaptando mis estrategias docentes a sus requerimientos, concluí que, sin ánimos de generalizar, son un grupo con el que uno puede identificarse rápidamente dada la cercanía de la edad del profesor y el alumno; debido a sus anhelos de crecimiento profesional y a su interés por entender y aprovechar al máximo las horas de clase, ya que son ellos quienes se ven directamente beneficiados o perjudicados según los resultados de sus estudios (en algunos casos la empresa en la que trabaja el alumno es quien se encarga de pagar la totalidad o parte del curso pero este beneficio se encuentra condicionado a las notas que los alumnos obtengan). 

Esta identificación con los alumnos, me permitió reflexionar sobre cómo me gustaría que mi profesor/a se desempeñe al presentarme conocimientos, por lo general, totalmente nuevo para mí. Las características que me parecieron y parecen necesarias como parte de mi desempeño como docente de adultos son: la paciencia, buen ánimo para explicar los nuevos conocimientos las veces que sean necesarias, la habilidad de plantear ejemplos relacionados con la vida diaria y profesional del alumno para lo que debo conocer el mínimo de datos sobre su vida persona y profesional, y recordar al alumno porque este estudiando este curso sobre todo cuando se sienta poco exitoso en su desempeño, y reforzar su seguridad en los temas que maneja correctamente.

Vivimos en un mundo cada vez más exigente en cuanto a la preparación de profesionales capacitados, hoy en día no basta con ser licenciado, debemos continuar nuestra educación en diversos diplomado, capacitaciones, maestrías, doctorados, etc. La educación a lo largo de la vida es, más que nunca antes, una realidad que no debe ser interrumpida con el paso del tiempo. “En un mundo tan exigente, donde el conocimiento y la información adquieren un valor creciente, es indiscutible la necesidad de realizar actividades de aprendizajes en todas las etapas del ciclo vital al objeto de facilitar a la persona la formación adecuada para adaptarse, para conseguir su promoción personal, social y profesional y para participar en la mejora de su entorno” (Sarrate, 2009)

Como señala Sarrate, la adultez tiene unos rasgos propios alejados de las etapas evolutivas anteriores; y, es debido a esto, que esta tipo de educación se encuentra marcada por determinados elementos diferenciales que inciden directamente en la configuración de su especificidad. Enumera también los principales rasgos que distinguen a los adultos: capacidad de autodirección, alto nivel de responsabilidad en base a una ética propia, desempeño conjunto y simultáneo de distintos roles y agente activo con una proyección-incidencia social elevada.

Cuando me enfrenté a la docencia de adultos me cuestioné si sería más difícil que enseñarle a niños y jóvenes, y caí en el prejuicio, creo yo, generalizado: pensar que los adultos tienen mayores limitaciones que los jóvenes o niños para aprender. La experiencia me mostró que la mayoría de mis alumnos lograban muy buenos resultados cuando dedicaban tiempo al estudio y a la práctica de las clases en sus horas libres. “La psicología del desarrollo sostiene que  la plasticidad humana es inmensa, a pesar de que se reconozca finita y de que determinados cambios se alcancen con esfuerzo” (Sarrate, 2009). “…la persona adulta posee capacidad para llevar a cabo procesos de aprendizaje, si bien éstos, como en otras fases de la vida, se verán sujetos a las características y potencialidades de cada individuo y a la existencia de un ambiente que lo favorezca”(Sarrate, 2009).

Un punto que no consideré cuando empecé a enseñar a adultos fueron las ventajas que este grupo humano presenta. Sarrate señala que la habilidad de pensar y actuar reflexivamente aumenta con el avance de los años, además, agrega que actualmente se defiende que la edad adulta es un período intelectualmente activo en el que acontecen importantes cambios.

La adultez va de la mano con la adquisición de experiencias diversas. Si logramos que el adulto relacione sus experiencias previas con el conocimiento nuevo adquirido podemos fijar ese nuevo conocimiento en la memoria a largo plazo del adulto. “Depende de la calidad y cantidad de experiencias si el almacenamiento es solo temporal o a largo plazo. Cuanta mayor información sea almacenada a largo plazo, es decir actualizada y resignificada en varias ocasiones, mayores son las oportunidades de aprendizajes complejos” (Del Valle, 2012). Sin embargo, debemos tener cuidado ya que estas experiencias pueden generar rigidez intelectual al enfrentar problemas, reproduciendo esquemas y costumbres generadas por malas experiencias previas, como explica Sarrate.

La correcta manera de enseñar a los adultos está ligada a siempre mantener la motivación que originó el interés por aprender, valorar la experiencia de los alumnos y utilizarla en favor de la adquisición de nuevos conocimientos, incentivar el enfoque funcional de lo aprendido, es decir, considerar la metodología del aprendizaje basado en la resolución de problemas tipo; e involucrar a los alumnos en la organización de su aprendizaje basándonos en la madurez alcanzada.

Los adultos, grupo cronológico al que pertenecemos, se ven en la necesidad de continuar con su educación en todos los aspectos posibles; no sólo se deberán concentrar en formarse a nivel profesional sino también en investigar sobre todo aquello que les interese y les permita conseguir realizarse globalmente. Conocerse para lograr entender los cambios normales que van de la mano con el paso del tiempo los ayudará a llevar una adultez exitosa. Educar su mente, entender los procesos físicos y emocionales por los que pasan y pasarán les permitirá llegar al estadio de la sabiduría donde ellos podrán asumir su adultez correctamente e irradiar conocimientos para el aprovechamiento de aquellos que los rodean. 

A continuación les dejo un video donde verán diversos adultos en pleno proceso educativo y sus pensamientos sobre cómo aprenden, sus motivaciones para hacerlo y algunas reflexiones sobre los cambios que se pueden lograr a partir de la educación.




Bibliografía

DEL VALLE, ROXANA              Aprendizaje adulto. Diplomatura de Especialización. En Docencia para la Formación y la Capacitación. Lima: Facultad de Educación PUCP, 2009. En: PLAN ESPECIAL DE LICENCIATURA EN EDUCACIÓN (2013). Texto base del curso Didáctica para Procesos Educativos No Escolares. Material de enseñanza. Lima: Pontificia Universidad Católica del Perú, Facultad de Educación.


IZQUIERDO, Ángel                 Psicología del desarrollo de la edad adulta. Revista Complutense de Educación. Vol. 16, Núm. 2, 601-619, 2012. En: PLAN ESPECIAL DE LICENCIATURA EN EDUCACIÓN (2013). Texto base del curso Didáctica para Procesos Educativos No Escolares. Material de enseñanza. Lima: Pontificia Universidad Católica del Perú, Facultad de Educación.

SARRATE, Maria Luisa           "Rasgos singulares del aprendizaje adulto". En Educación de personas adultas en las fuerzas armadas. Catálogo general de publicaciones oficiales. España: Ministerio de Defensa, pp.27-40, 2009. En: PLAN ESPECIAL DE LICENCIATURA EN EDUCACIÓN (2013). Texto base del curso Didáctica para  Procesos Educativos No Escolares. Material de enseñanza. Lima: Pontificia Universidad Católica del Perú, Facultad de Educación.

El adulto es un sujeto con capacidad de aprender.


A partir delo revisado y sin intención de mancar este enunciado de forma superficial, esta es una cuestión que se aborda mediante una serie de estrategias “diferentes” a las que se conciben para las etapas más tempranas de la vida, por las características que posee un sujeto más autónomo y formado, pero que no ha perdido sus capacidad para interpretar, comprender la información generar conocimiento y meta cognición, o esquemas mentales.
Desde un inicio es necesario pensar en le aprendizaje adulto a partir de lo que significa el perfeccionamiento y aprendizaje continuo, ya que la educación permanente o la educación a  lo largo de la vida constituye el marco natural donde se inscribe la educación para personas adultas. Comprendiendo que esta dimensión de abordar el aprendizaje adulto proviene de dos factores, el primero relativo a la perspectiva antropológica de la naturaleza humana y el segundo en función de los rasgos contextuales o de la sociedad actual, ambos factores confluyen en concebir al sujeto como un proyecto que avanza hacia su autonomía y auto realización.
Según Delors (1996) la educación o perfeccionamiento continuo a lo largo de la vida  implica que el individuo es un ente dinámico en constante cambio y que se adapta y adquiere conductas necesarias para afrontar las nuevas características que le impone su contexto en cuanto al tiempo en el que se desarrolla, los objetivos para el desarrollo de su vida  y la ampliación del espacio educativo en el que está inserto.
El aprendizaje a lo largo de la vida, en los adultos debe considerara también ciertos enfoques  sobre las competencias que podríamos enmarcar de diferentes categorías a partir del marco de análisis propuesto por la OCDE 2005
·         Competencias que permiten dominar instrumentos socioculturales necesarios para interactuar con el conocimiento
·         Competencias que permiten interactuaren grupos heterogéneos de individuos
·         Competencias que el permitan actuar autónomamente.
Comprendiendo lo mencionado hasta este punto considero de vital importancia para el aprendizaje adulto tener en claro como establecer, desde nuestra ubicación como educadores, nuestra perspectiva para desarrollar estrategias o situaciones donde este aprendizaje se pueda dar de forma óptima, y para ello es necesario enfocarse en tener cierta claridad en cuanto a los procesos de aprendizaje en el adulto, como se da y en que se diferencian de los que ocurren en etapas más tempranas durante la educación obligatoria.
En primea instancia tenemos que comprender que el aprendizaje es un proceso complejo y que este se da a partir de diferentes elementos el primero de estos viene a ser la información, esta es necesaria para establecer el primer vínculo con el proceso de aprendizaje, pero no se plantea como una finalidad en sí misma, es decir a mayor cantidad o flujo de la información que interactúe con el individuo no se da un mayor aprendizaje y no se genera un nuevo conocimiento de forma automática. Esta forma en particular que tiene el adulto de relacionarse e interactuar con la información  hace que será necesaria la formulación de distintas estrategias para controlar  la optimización de los procesos de aprendizaje. Birren & Schroots (1996)
La forma como cambia la manera de interactuar con esta información en el adulto es diferente en uno adulto temprano, medio y mayor.  Por ello las estrategias que se necesitan para lograr el aprendizaje deben estar orientadas a monitorear los hábitos de aprendizaje adquiridos durante la educación más temprana, tener en cuenta que las capacidades del adulto están más cargadas de experiencia y seguridad, así como las habilidades sociales son una herramienta clave de su desempeño. Por ello no se puede desestimar estos factores al momento de comprender el abordaje de los conocimientos previos ni de los demás aspectos del proceso de aprendizaje, dentro de esto el tener una claridad en cuanto a las características claves del aprendizaje adulto debemos considerar lo siguiente:
1.        El subsistema cognitivo, que actúa en tres dimensiones: operatoria, operativa y figurativa, este subsistema cognitivo asume que la experiencia es la base de del aprendizaje, que en función de cómo se ha interactuado con la información en diferentes situaciones al momento de afrontar problemas y resolverlos el individuo construye esquemas mentales, estos esquemas son los que definirán el aprendizaje pasado y en toda nueva actuación estarán estos esquemas como mediadores de las motivaciones y elementos de configuran la construcción del conocimiento.
El aprendizaje adulto supone según Mayer y Colvin (2008) en una de sus dimensiones para describir el aprendizaje es una situación que resinifica otra presente atendiendo lo relevante, organizándolo mentalmente y conectándolo con lo ya aprendido.
2.       El aprendizaje complejo y formal, que hace uso del razonamiento abstracto y actualiza y utiliza la información almacenada en la memoria de largo plazo. Por ello los aprendizajes a este nivel presentan hipótesis, y principios subyacentes como generadores de acción. Según Sweller y Merrienboer & Paas (1998) la información esta asimilada en el adulto en la memoria de largo plazo a modo de esquemas sistematizados y categorizados. Esto significa que a mayor cantidad de experiencias significativas, mayor cantidad de esquemas  y ya que con los esquemas mentales es con lo que el aprendiz relaciona el nuevo conocimiento la nueva información los nutrirá  haciéndolos cada vez más complejos y cuando mayor información provenga de estos esquemas para codificar la nueva información  mayor será capacidad de razonamiento abstracto y aprendizaje complejo.
En definitiva orientándonos en base a estos puntos clave para poder comprender el aprendizaje adulto podemos concluir que por las características expuestas , la forma como podemos propiciar situaciones de aprendizaje más efectivas para este fin, tiene que comprender la formulación de estrategias distintas y contextualizadas al aprendiz, de cuerdo a sus características que lo ubican dentro de un grupo social heterogéneo y dentro de un mundo donde es de fundamental importancia seguir aprendido para poder seguir desarrollándose y creciendo como persona, estas estrategias de aprendizaje deberían contener según Sweller (2007) las siguientes características:
·         La secuenciación gradual de los contenidos para que se soporten progresivamente
·         La facilitación de ejemplos para que generar preguntas y respuestas
·         La facilitación de recordatorios de conceptos calve la facilitación de organizadores avanzados como títulos y subtítulos
·         El soporte visual adecuado a los contenidos y acorde al contexto de aplicación de los nuevos aprendizajes. (considero que el uso del soporte multimedia no es fundamental ni exclusivo).
El aprendiz adulto necesita trabajar en entornos de aprendizaje complejo , comprometerse en actividades auténticas y recibir estímulo para reflexionar sobre el que y el como están aprendiendo, ya que no solo es un aprendiz que implementara su repertorio de conductas, es un aprendiz autónomo que procesara información para la construcción del conocimiento al relacionarlo con sus esquemas previos y al estar inserto en una situación re relaciones interpersonales que propiciara una construcción colaborativa del conocimiento.
Bibliografía:
Sarrate, M. (2009). Rasgos singulares del aprendizaje adulto. En: Educación de personas adultas en las fuerzas armadas (pp. 27-40). Madrid: Ministerio de Defensa.
Del Valle, R. (2012). Unidad didáctica I: aprendizaje adulto. En: Aprendizaje adulto (pp. 8-28). Lima: Facultad de Educación PUCP.

Izquierdo, A (2005). Psicología del desarrollo en la edad adulta. En: Revista Complutense De Educación 16 (2) (pp. 601-619). 

Características del aprendizaje adulto


El aprendizaje se debe dar en las distintas etapas de la vida, en cada una de ellas con objetivos y motivaciones diferentes. Por eso mismo, la enseñanza se debe orientar teniendo en cuenta diversos aspectos, como por ejemplo: la edad de las personas, el contexto social, económico, cultural, etc. Al tener en cuenta estas características, podremos darnos cuenta de la motivación personal y/o profesional que tiene el educando. El aprendizaje debe estar al alcance de todos y no limitarse a un grupo privilegiado (Sarrate, 2009:27).

Cabe resaltar, que algunos adultos estudian para especializarse profesionalmente; para lograr un mejor puesto de trabajo; una mayor remuneración económica, un reconocimiento académico, incluso una satisfacción personal, etc. Los motivos, como ya mencioné varían de acuerdo a los distintos perfiles del estudiante. Sin embargo, toda motivación siempre es válida. Lo difícil, a mi parecer, es mantenerla a lo largo del curso o de la carrera. Esto se debe a que los adultos enfrentan mayores dificultades que otro grupo de personas. Ahora, su principal responsabilidad ya no es el estudio, debido a que también tiene otros compromisos que afrontar. Por ejemplo, tendrá que estudiar en lo que antes era su ‘tiempo libre’, o el tiempo que dedicaban a su familia, o a las horas extra del trabajo. Por lo tanto, tendrá que enfrentar dificultades que no suelen verse en grupos más jóvenes, como la falta de tiempo, el cansancio, preocupaciones de carga familiar, etc.

Es por eso que a la hora de armar la currícula de cursos para adultos uno de los puntos clave es la metodología que se utilizará. Tendemos a creer que por tratarse de personas mayores no es necesario enfocarse en que el aprendizaje puede ser de manera lúdica, y descuidamos el uso de juegos y otras herramientas que solemos utilizarlas con grupos de niños y/o adolescentes. El uso de estas metodologías no sólo resulta más cómodo para el que estudia sino también para el profesor, quien es el que se puede dar cuenta del interés y dedicación que tienen los estudiantes.

Además, debemos tomar en cuenta que la experiencia de vida que lleva consigo el adulto es enriquecedora en todo sentido. Por ejemplo, el hecho que ya cuenten con una carrera, se estén dedicando a una especialización da un plus adicional al contexto académico. Suele suceder, cuando los adultos realizan una especialización de post grado, por lo general, un salón es multidisciplinario siendo esto un punto importante para el profesor y el resto de compañeros, debido a que se tomarán en cuenta los distintos puntos de vista de las especialidades de cada uno de ellos.

El enriquecimiento del aprendizaje por la experiencia de vida que tienen los adultos fortalece la capacidad del conocimiento, porque se puede generar con mayor precisión conceptos reales a diferencia de los jóvenes, pudiendo ser el insumo para generar propuestas de programas, proyectos, incluso de políticas de Estado sólidas, realizables que sean eficaces para el resto de la sociedad, a diferencia de los profesionales o de los jóvenes en formación. Esto puede repercutir en un mejor desempeño laboral, en contra parte de la difícil aceptación frente al insumo tecnológico que es la carta de presentación de los jóvenes.

Es importante también, poner en práctica los aprendizajes recibidos en la teoría. Si bien, algunas de las especializaciones que reciben los adultos son en base a conocimiento teóricos, no debemos olvidar lo significativo que es ponerlos en práctica. Asimismo, la enseñanza a grupos de personas adultas, suele hacerse también de manera virtual o semi presencial. De esta manera, se le facilita al estudiante la posibilidad de capacitarse a distancia, sin la necesidad de ocupar su tiempo al trasladarse al aula para recibir conocimiento.

En el siguiente video podemos ver algunas de las características del aprendizaje en adultos: 

Es importante que instituciones de nivel internacional pongan énfasis en el seguimiento de propuestas e iniciativas de trabajo referentes a la educación de personas adultas. De esta manera se podrá visualizar en un determinado tiempo los objetivos: a nivel local, nacional, regional o internacional.

En conclusión, como menciona María Luisa Sarrate: “todo aprendizaje debe llevar a una satisfacción personal y profesional permanente”. Esto hará que el educando se sienta feliz consigo mismo, con lo que hace y además motivará a que continúe con su especialización, tomándolo como algo necesario más no obligatorio ni como castigo.


Bibliografía:
- DEL VALLE, Roxana (2012) Aprendizaje adulto. Diplomatura de especialización en Docencia para la Formación y la Capacitación. Lima: Facultad de Educación PUCP. En: PLAN ESPECIAL DE LICENCIATURA EN EDUCACIÓN (2013). Texto base del curso Didáctica para Procesos Educativos No Escolares. Material de enseñanza. Lima: Pontificia Universidad Católica del Perú, Facultad de Educación.

IZQUIERDO, Ángel (2005). Psicología del desarrollo de la edad adulta. Revista Complutense de Educación. Vol. 16, Núm. 2, 601-619. En: PLAN ESPECIAL DE LICENCIATURA EN EDUCACIÓN (2013). Texto base del curso Didáctica para Procesos Educativos No Escolares. Material de enseñanza. Lima: Pontificia Universidad Católica del Perú, Facultad de Educación.

- SARRATE CAPDEVILLA, Maria Luisa (2009). "Rasgos Singulares del aprendizaje adulto" En: Educación de personas Adultas en las Fuerzas Armadas. CATÁLOGO GENERAL DE PUBLICACIONES OFICIALES. España: Ministerio de Defensa. Pp.27-40.  En: PLAN ESPECIAL DE LICENCIATURA EN EDUCACIÓN (2013). Texto base del curso Didáctica para  Procesos Educativos No Escolares. Material de enseñanza. Lima: Pontificia Universidad Católica del Perú, Facultad de Educación.


- Video en youtube “Características del estudiante adulto” Consulta: 12 de Octubre https://www.youtube.com/watch?v=TExzY_nVKis